Con estos pelos de bitelmaníaco y mi barriga indecorosa, sigo
el fútbol los domingos con la pasión del ahorcado. Trasiego alguna
cerveza (a sabiendas de mi lucha gástrica) e intento concentrarme en la
estima que Corman le tenía a Poe. Soy el perfecto pragmático (me
sobran utopías) y quisiera morir follando como un Heidegger
octogenario. Tengo dificultades para encontrar las diferencias entre una puta
de lujo y una supermodelo, pero que no se enfade la segunda puesto que amo a
las dos. Nunca fui a clubs de jazz a emborracharme pero lo he soñado
cada noche, por eso convierto mi llanto en una mala imitación
de Charlie Parker. Que más quisiera yo que comportarme como un ciudadano ejemplar,
pero cuando tengo un papel de cierta importancia entre mis manos suelo limpiarme
el culo con él. Se me han muerto
prematuramente dos perros y las plantas
no me duran una semana, arrastro los pies y pierdo el equilibrio sin haber
bebido, si canjeara mis dolores por automóviles tendría el parking completo del
Carrefour delante de casa, creo que cuando una paloma quiere cagar lo hace encima de mi. Pero aún así me considero un
tipo con suerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡¡¡¡A que coño esperas!!!!!! ¿Suelta algo...?